Referente de excelencia formativa en la Región de Ñuble
«La excelencia no es una habilidad. Es una actitud». Ese es el lema que inspira la celebración del 40° aniversario del Colegio Alemán de Chillán, porque la actitud correcta es la que nos permite lograr nuestros objetivos.
Primera sede del Colegio Alemán, ubicada en Avenida O’Higgins 1271 Cancha y Vista Gimnasio en edificio principal del colegio, ubicado en Avenida Paul Harris Jorge Trucco Bello (con la pala), el Presidente del Directorio en esa época Primeras construcciones Alumnos del Kindergarten DS Chillán 1985, junto a las Tanten Alda Riquelme y Mónica Badaracco
Por Carolina Lazo, Encargada de Admisión y Comunicaciones del DS Chillán
Hace 40 años fue la determinación la que llevó a un grupo de padres a crear nuestro colegio. Esa misma actitud es la que motiva a nuestro equipo de trabajo y alumnos, lo que nos ha permitido convertirnos en un referente de excelencia formativa en la Región de Ñuble.
Este año, el Colegio Alemán de Chillán celebra el 40° aniversario de su fundación. Durante este tiempo, un proyecto que nació gracias a la inquietud de un grupo de padres por crear un espacio educativo bilingüe, de inspiración humanista y abierto a la comunidad, ha logrado consolidarse paso a paso.
En este tiempo, nuestra institución ha debido sortear diversas dificultades y como toda organización, su historia ha estado marcada por diversos hitos, cambios, el crecimiento de sus instalaciones y logros académicos, que la han llevado a permanecer en el ranking de los 100 mejores colegios de Chile.
En su primer año de funcionamiento, el colegio tuvo sólo tres cursos con una matrícula total de 33 alumnos. Actualmente cuenta con 774 alumnos y han egresado de sus aulas 765 hombres y mujeres formados de manera integral bajo los principios de la libertad, el respeto, la tolerancia y la excelencia.
Los orígenes
En agosto de 1981 se reúne un pequeño grupo de personas motivadas por la necesidad de crear una nueva alternativa académica para sus hijos, teniendo como principal inquietud que fuera de carácter bilingüe.
El modelo que inspiró a estas familias gestoras fue el de los colegios alemanes, tanto por su conocido prestigio como por sus experiencias personales como ex alumnos de instituciones germanas.
Ernesto Jahn y Jorge Trucco formaron parte de ese grupo de gestores. Ambos dedicados principalmente a la actividad agrícola, asumieron el desafío de crear un colegio, para lo cual contaron con el apoyo y confianza de numerosas personas. Tras contactarse con el profesor del Colegio Alemán de Concepción Alois Schmidt, en esos años radicado en Chillán, se focalizan los esfuerzos en crear un Colegio Alemán en la ciudad de Chillán.
Fue así como tras numerosas y extensas reuniones se fue gestando el Colegio Alemán de Chillán, que nace oficialmente el 23 de octubre de 1981. En cuanto a la operatividad, siempre se pensó en un sistema personalizado y bilingüe basado en el idioma alemán.
Creciendo paso a paso
El primer edificio donde funcionó el colegio fue una casa arrendada, que estaba ubicada en el número 1271 de la Avenida O’Higgins, la principal arteria de la ciudad. Como se trataba de una construcción de carácter habitacional, hubo que utilizar más ingenio que recursos para hacer las adaptaciones, de tal forma que los alumnos contaran con los espacios adecuados para las clases.
Mientras se habilitaba la sede del colegio, las esposas de Jorge Trucco y Ernesto Jahn, Felicitas Hevia y Patricia Forteza respectivamente, se encargaban de difundir este nuevo proyecto educativo y así captar alumnos. Para ello, primero socializaron la iniciativa entre sus amigos y conocidos, visitaron los jardines infantiles y con esa base de datos hicieron un puerta a puerta para dar a conocer el nuevo colegio. Incluso, en una oficina prestada que estaba ubicada en el centro de la ciudad, atendían las consultas del público e inscribían a los nuevos alumnos.
Poco a poco se fueron sumando familias que creyeron en esta idea y matricularon a sus hijos en el incipiente establecimiento. Así, en marzo de 1982 comenzaron las clases con sólo tres cursos (prekindergarten, kindergarten y 2° básico) a cargo de las educadoras de párvulos Ana Paula De la Barra, Annemarie Heide y la profesora de educación básica Evelyn Clock, quienes incluso dormían en el colegio.
La primera directora del colegio fue Marianne Riegel von Conta, quien asumió esta gran responsabilidad siendo muy joven, pero con todo el ímpetu y ganas de aportar en la formación de las nuevas generaciones.
Gracias a la gestión de Karin Schuldes, directora del Colegio Alemán de Concepción, durante estas primeras etapas fue clave la colaboración y apadrinamiento de esta institución, vínculos que se han fortalecido con el paso de los años.
A medida que el número de alumnos fue aumentando progresivamente, la casa de la Avenida O’Higgins se hizo cada vez más estrecha, por lo que se construyeron dos nuevas salas de madera, que redujeron la zona de juegos. Para solucionar este tema, decidieron extenderse a la casa colindante, que era arrendada por profesores del colegio, quienes debieron cederla a la institución.
Ya hacia 1985, los directivos del colegio comenzaron a considerar la necesidad de contar con instalaciones definitivas, más acordes a las necesidades de los alumnos y así proyectar el crecimiento de la institución.
Una nueva colonización
Ernesto Jahn señala que entre 1983 y 1984 se acordó en asamblea de padres y apoderados comprar un sitio de 10.000 metros cuadrados que estaba vendiendo el Instituto Nacional de Investigación Agrícola (INIA) en el sector nororiente de la ciudad, donde actualmente se ubica el colegio.
Los nuevos terrenos fueron financiados con aportes sin devolución de las familias, pero eso era sólo la primera parte; había que urbanizar. El suelo donde se emplaza el colegio se destinaba a cultivos experimentales y literalmente estaba en medio de la nada. Había que colonizar y para pagar el costo de la urbanización, se vendieron sitios de 1.000 metros cuadrados, ubicados en el sector poniente de la actual cancha.
Finalmente, en su edición del sábado 25 de enero de 1986, el diario local «La Discusión» informaba de la construcción de las nuevas instalaciones del Colegio Alemán en el sector nororiente de la ciudad, trabajos que se iniciarían en octubre de 1987.
El directorio de aquella época, integrado por Jorge Trucco, Ernesto Jahn, Sergio Medel, Pedro Bocaz, José Olegario Jarpa y Alfredo Jungjohann, tomó importantes decisiones para la evolución y crecimiento del colegio.
El sábado 3 de octubre de 1987 se colocó la primera piedra del nuevo Colegio Alemán de Chillán. A esta importante ceremonia asistieron las autoridades locales de la época y representantes de las distintas instituciones ligadas a los establecimientos alemanes, marcando una importante etapa de crecimiento y consolidación.
Con el pasar de los años, el colegio se transformó en un atractivo polo para el desarrollo inmobiliario y comercial de la ciudad de Chillán, constituyéndose en agente clave para el crecimiento ñublensino.
Desde 1987 se ha trabajado sin descanso para levantar cada estructura y materializar las mejoras de los espacios que permitan el desarrollo integral de nuestros alumnos. Al inicio se contó con salas provisorias de madera. El perímetro de las instalaciones estaba protegido por alambre de púas.
El sábado 22 de octubre de 1988 se inauguró con un solemne acto el nuevo Colegio Alemán de Chillán, ubicado en la calle Flores Millán 1007, donde funciona hasta hoy día. Esta primera etapa corresponde a dos pabellones con ocho salas cada uno y, desde entonces, ha habido un sostenido crecimiento material, marcado por hitos el edificio principal, la cancha de pasto, las tribunas, laboratorios y el gimnasio, entre otros adelantos.
Formación integral
Aportar una alternativa académica de excelencia y la entrega de valores humanistas para complementar la formación integral de los niños fue la primera motivación de los gestores de nuestro colegio. A este desafío se sumaba la decisión de hacerlo bilingüe e inspirado en el sistema de los Colegios Alemanes de Chile, muchos de ellos con más de 100 años de historia.
El Colegio Alemán de Chillán enfoca su quehacer en la excelencia, concepto que aplica no sólo a los resultados académicos, sino también a la excelencia valórica de nuestros alumnos y colaboradores. Es por ello que nuestros valores institucionales son la responsabilidad, la disciplina, el compromiso, la solidaridad, la tolerancia y el respeto.
Durante los primeros años todas las clases se realizaban en alemán, a cargo de docentes bilingües que enseñaban todas las asignaturas. En 1987 se incorporó la primera profesora de nacionalidad alemana, Judith Markus, y como institución se recibió el reconocimiento oficial de la República Federal de Alemania.
Poco a poco aumentó el cuerpo docente, siendo fortalecido además con la incorporación de profesionales de otras áreas, que contribuyeron a la formación de los alumnos, adaptándose a las siempre cambiantes y exigentes condiciones.
Actualmente nuestro colegio cuenta con dos subdirecciones académicas diferenciadas en ciclo inicial (Spielgruppe a 6° básico) y ciclo superior (7° básico a IV medio), que trabajan en la permanente actualización de los contenidos y metodologías pedagógicas para los distintos niveles. En este proceso cumple con un rol fundamental el cuerpo de profesores, quienes se destacan por su compromiso y alto nivel académico, a nivel institucional, los cuales están siendo constantemente evaluados, con la finalidad de mantener y mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestros alumnos.
De la misma forma, la subdirección de formación y convivencia escolar cuenta con un equipo multidisciplinario de profesionales que, según sea necesario, participa y acompaña a los alumnos y profesores en el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje y la convivencia escolar.
La enseñanza de los idiomas alemán e inglés siempre ha sido un foco importante en el quehacer del colegio, incentivando y fortaleciendo a los alumnos para alcanzar las certificaciones internacionales en ambas lenguas.
Desde hace cinco años se unificó la enseñanza de los dos idiomas: alemán se imparte desde Spielgruppe a IV medio e inglés, desde prekindergarten. Ambas lenguas se enseñan con igual dedicación, con la finalidad de preparar a los alumnos para que rindan con éxito las pruebas de certificación internacionales y, de esta manera, obtener una acreditación que les permita continuar estudios de pregrado y/o postgrado en el extranjero.
En el caso del alemán, se ha visto favorecido gracias a las alianzas estratégicas que se han establecido con instituciones como la Oficina Central para los Colegios en el Extranjero (ZfA), el Instituto Profesional Alemán Wilhelm von Humboldt (LBI) para la formación de educadoras de párvulos y profesores bilingües para enseñanza media y básica y la iniciativa del gobierno alemán PASCH-Colegios, Socios para el Futuro. También trabajamos en cooperación con la Liga Chileno-Alemana, aliado fundamental para fomentar un sentimiento de pertenencia con la cultura alemana y fortalecer lazos.
Por otra parte, desde 2015 el viaje de estudios se realiza a Alemania, cumpliendo un anhelado sueño de nuestro colegio. Es así como los alumnos de II medio conocen de primera fuente la cultura al emana, recorriendo diversas ciudades y, en muchos casos, prolongando su estadía a través del intercambio escolar.
Al cumplir cuatro décadas de vida, queremos agradecer a todos quienes han confiado en el proyecto educativo del Colegio Alemán de Chillán: a los profesionales y colaboradores que han decidido desarrollarse en nuestro colegio, a las familias que nos han confiado la formación de sus hijos y, sobre todo, a nuestros alumnos, que son nuestra principal motivación y razón de ser.