En el año 1853, un grupo de inmigrantes en Valdivia fundó el Club Alemán que con el correr de los años se conoció como «Club Alemán Plaza». Entre ellos podemos nombrar a Karl Anwandter, quien fue su primer presidente.
Fue fundado con 140 socios y poseía un edificio de 30 metros de largo por 12 de ancho. Existe la siguiente descripción: «Además de un comedor y de salones de billares, este club poseía una hermosa sala de baile con un buen piano de cola, y una sala de lectura con una buena biblioteca para la que se adquirían siempre las obras más novedosas y se mantenían subscripciones a varios diarios.»
Socios de origen alemán
Contiguo al edificio principal existían otros dos, uno de los cuales estaba destinado a sala de espectáculos para los miembros del Club. Como ramificaciones del Club se encontraban las «sociedades de la Escuela, de Jimnástica y de Música. Las dos primeras disponen de edificios costeados por los miembros del Club (…) La escuela cuenta con 6 profesores y asisten a ella 280 alumnos que pagan un peso al mes.»
De acuerdo a sus reglamentos sólo admitía a socios de origen alemán. No obstante lo anterior, en las sociedades anexas si se podían incorporar personas ajenas a la comunidad señalada cumpliendo, evidentemente, los requisitos establecidos por la institución.
Su primera sede se ubicó en calle Independencia en el Hotel Saelzer: «Desde la plaza principal hacia el Sur se extendía una calle larga, en cuyo comienzo quedaban los dos vistosos hoteles alemanas de Springmüller y Saelzer».
En 1871, el club se trasladó a un edificio en calle Chacabuco Nº 21. De acuerdo a las descripciones, el local contaba con amplias dependencias entre las que se pueden enumerar: comedores; sala de baile y de billar; salón para juego de naipes siendo el Skat, sin lugar a dudas, el más popular; cancha de palitroque, escenario para actividades como obras de teatro o representaciones corales a lo cual se sumaba una biblioteca con 3.000 libros.
En 1888, el Club obtuvo su personalidad jurídica del Gobierno chileno. El constante crecimiento de la institución hizo necesaria una ampliación en 1890, y en el año 1901 se realizó una completa remodelación del edificio principal.
El Club se convirtió en un importante centro social, en el cual se turnaban agrupaciones de canto y coros, clubes de palitroques y de remo, clubes de tiro al blanco y compañías de bomberos, para realizar sus presentaciones. A principios del siglo 20, la institución tenía sobre 250 socios activos y honorarios.
Club Unión Alemán
El «Deutscher Verein Valdivia» no solamente apoyaba al Colegio Alemán. También se hizo cargo de los socios del Club Alemán «Unión», después de que éste hubiera perdido su sede por segunda vez en el gran incendio del 13 de diciembre de 1909. El Club Alemán «Unión» había sido fundado 1880 por un grupo de artesanos alemanes.
Con mucho empeño, los socios del Club de la Unión en 1914 inauguraron su nueva sede en la entonces calle Lorca. La sala principal ofrecía cupo hasta 400 huéspedes.
Dos años más tarde, en la madrugada del 22 de marzo de 1916, un incendio ocurrido en la calle Chacabuco destruyó la casa del Club Alemán de Valdivia. Pasaron años antes de que pudieran reiniciarse las actividades. Muchos socios abandonaron el Club, y comenzaron los años dorados del Club Alemán «Unión», el cual reunía hasta 350 socios y ahora a su vez acogía a las instituciones que había perdido el Club Alemán de Valdivia.
Finalmente, en 1922, el Club Alemán compró un edificio de tres pisos en frente a la Plaza, donde está alojado hasta el día de hoy. Sin embargo tras el resurgimiento, en las nuevas dependencias, del Club Alemán sumado, a las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, en 1944, éste cedió sus bienes y estatutos al «Club Unión Alemán» configurándose con ello, el actual «Club de la Unión de Valdivia».
Ni el incendio en el subterráneo del año 1954, ni el terremoto del año 1960, lo llevaron al cese de sus actividades. Bajo la dirección de don Ricardo se hicieron famosos los «crudos Haussmann», creados en el restaurante del Club.
El 10 de octubre del año 2016 se reabren las puertas del tradicional Club de La Unión, que busca transformarse en el lugar de encuentro de toda la comunidad valdiviana y sus visitantes. Se ha rescatado el patrimonio histórico de la ciudad, conservando la arquitectura clásica de un edificio emblemático, dándole toda la comodidad e imagen de un espacio con modernas instalaciones.
Es un espacio que cuenta con los espacios y servicios que se necesitan para celebrar, trabajar, compartir y disfrutar de la gastronomía alemana; ahumados de la casa, cervezas y los tradicionales «crudos» en el mismo lugar donde empezó la leyenda.
[box type=»info» style=»rounded» border=»full»]Kegelkampf in Valdivia
Holzhacker gegen Schweinehunde
Uno de los aspectos más relevantes de la institución ha estado vinculado con el Kegeln o Palitroque. Entre los Kegelverein o clubes de palitroques, podemos mencionar: «Schweinehunde», fundado en 1864; «Saure Gurken» y «Alle Neun», fundados en 1873; «Cominillo», fundado el 22 de mayo de 1911; «Cóndor», en 1895; «Holzhacker», en 1914; «Pudel», fundado el 7 de abril de 1930 a los que agregamos «Germania» y «Zapalleros» en 1940.
Los duelos al interior de los clubes como entre ellos eran constantes. En muchos casos, acompañados de baladas o arengas como por ejemplo la del «Cominillo» del 13 de junio de 1925 a través de la cual se insta a revertir los malos resultados del año y lograr el triunfo en el amistoso programado para el mes de julio contra los «Schweinehunde» la cual reproducimos a continuación en alguna de sus partes:
«Obgleich unser Verein zu den vornehmeren Vereinen und gleichzeitig zu den Wohlhabendsten gehört, denn seine Mitglieder zusammen besitzen: u.a.: 45.000 Hektar eigene Ländereien, 4 Motorbote, 6 Flussdampfer, 1 Druckerei, 1 Zuckerfabrik, 1 Kerzenfabrik, 1 Konservenfabrik, 1 Bank, 2 Gerberein, 2 große Mühlen, 6 bedeutende Geschäftsfirmen, 1 Bierbrauerei, 18 eigene Wohnhäuser, 4 Seedampfer, 1 Kalfischfängerei, und 25 Millionen Vermögen u.s.w., so hat doch der «Cominillo» bei dem letzten Preiskegeln eine ganz unglaubliche Schlappe erlitten und ist es Ehrensache jedes Einzelnen von uns, diese Scharte im nächsten Jahr wieder auszuwetzen.
Im nächsten Monat will der Kegelverein «Schweinehunde» unseren Verein zu einem Wettkegeln herausfordern und so muss deshalb von jetzt unbedingt an jedem Mittwochabend mit Ausdauer und Begeisterung gekegelt werden, so dass wir alle etwas wirklich Gutes im Kegel-Schieben leisten werden.
Der Vorstand unseres Vereins legt also hiermit jeden Einzelnen ganz besondere auf’s Herz, sich an den Mittwochabenden stets pünktlich auf der Kegelbahn einzufinden, denn mit unserem Reichtum an Fabriken, Ländereien, Dämpfern, Wohnhäusern, Mühlen und Motorbooten allein ist es nicht gemacht. Wir müssen auch sonst die Farben unseres Vereins ehrenhaft nach außen vertreten können, zumal wir einer der ältesten bestehenden Kegelvereine sind. (Der Vorstand der Cominillo, Valdivia, 13 Juni 1925)».[/box]